martes, 5 de junio de 2018

No existen las verdades absolutas (?

"Asíntota: Línea recta que, prolongada indefinidamente, se acerca progresivamente a una curva sin llegar nunca a encontrarla."

Tengo miedo del futuro de las ciencias humanas. Muchos argumentaran que las ciencias exactas (duras) son de mayor dificultad que las ciencias humanas (blandas). Pero de algo estoy seguro yo, es una tarea mucho más difícil obtener un puntaje perfecto (5.0) en un ensayo, que en un examen de cálculo. Esto es debido a la naturaleza del conocimiento. Uno puede esforzar mucho, dedicar incluso  más tiempo del que debería en la escritura de informe de lectura, pero si el profesor lo considera así, la nota puede ser de 4.8, 4.5, hasta 4,9. Y no hablo simplemente de que al profesor no le guste colocar cincos, sino de que no hay forma de reclamar. En cambio, si en un parcial de cálculo la respuesta y el procedimiento están correctos, puede que lo haya hecho con una letra fea y hasta con crayones, si los cálculos están todos bien, allí tienes tu cinco.

No existen las verdades absolutas, se ha convertido en una frase de cajón. ¿Qué sentido tiene traer esto a cualquier discusión? ¿Acaso aporta algo? Cada vez que escucho esto, respondo: 2+2=4. Ellos me responden: "Durante miles de años se creía que la tierra era plana". "Todo es una construcción social". Etcétera. Como sí creyeran posible que un día dos más dos sea igual a cinco. "¡Ah! pero es que uno nunca sabe". Veía un vídeo en el que se discutía la realidad del mundo, al estilo de la película The Matrix, al final llegaban a la conclusión de que no hay había forma de comprobar que la realidad era real, pero por motivos de conveniencia y salud, lo mejor era pensar que sí. Si algún día dos más dos deja de ser cuatro, pues primero que todo, la percepción de mundo va a cambiar por completo, y aceptaré sin vacilación alguna "mi error", pero hasta que ese día no llegue, es muy poco práctico entregar un billete de cinco mil a cambio de dos de a dos mil pesos.

Siento, que comparado con los avances de las ciencias exactas, las ciencias humanas parecen estar aún en un estado primitivo. Y es que el ser humano en sí mismo es más complicado que el resto del universo. Mientras en la nasa se cuestionan sobre física cuántica. Los académicos de la educación aún no sabemos si se deberían dejar tareas o no. Irónicamente, me parece que aquellos defensores del "no existen verdades absolutas" (Lo cual me parece un término redundante), son lo que menos cuestionan la los supuestos en los que construimos el conocimiento, y poco aportan al debate.

La verdad es como la asíntota en la gráfica de una hipérbole. Allí está, eso no se puede negar, pero por más que prolonguemos la hipérbole, esta nunca tocará la asíntota. Aun así, sin el punto de referencia de la asíntota, la hipérbola no tendría dirección alguna. (Curiosamente una profesora de investigación también uso esta imagen para la discusión, aunque no con la misma interpretación mía.)
De la misma manera, creo, que sí existe LA VERDAD, aunque esta no es accesible a nuestro entendimiento, pero como planteaba Eduardo Galeano: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para avanzar.”

SHAME

¿Y ese quién es?
La religión es sinónimo de fe, es decir esperanza. Al estar basada en argumentos ad ignorantiam, es una forma de asegurarse de que esa esperanza depositada no sea en vano, al menos no en tal sistema de creencias. Pero ¿esperanzas de qué? Los no creyentes dirán que es por miedo a la muerte, por no aceptarla y creer al contrario en un más allá. Esto es una posibilidad. Pero me parece solo un nivel superficial, personalmente, más que el paraíso, creo que lo atrayente de la religión es la idea de amor incondicional. Parecido al amor de una madre. La madre que llora a su hijo crucificado por el pueblo. Este amor se compone, creo yo, por dos condiciones: aceptación y perdón.

En japón la delincuencia común es supremamente baja comparada con otros países desarrollados. Será entonces el comentario común: "¡Ah no, es que allá sí tienen cultura!". Pero viendo yo el testimonio de personas que han residido allá, uno se da cuenta de que no es tanto cultura de respeto (que sí la hay), sino más cultura de miedo. Un error te puede costar la vida. Pasa algo similar al ostracismo de la antigua Grecia, pero en vez de ser desterrados físicamente de la ciudad (es decir la sociedad), se te destierra de tu condición humana. Una persona en japón que tenga historial delincuencial, lo que es información pública y de fácil acceso, inmediatamente reduce la mayor parte de sus posibilidades de empleo, educación, vivienda, financieras y sociales. Es automáticamente excluido del sistema. El riesgo es mucho para la recompensa, básicamente la delincuencia común en japón no paga, a diferencia del crimen organizado que sí existe con la mafia japonesa, los yakuza.

En Estados Unidos, más específicamente Hollywood, se está viviendo el movimiento #metoo, dónde están saliendo a la luz los abusos sexuales por parte de varias celebridades, hombres. A mi en particular me llamó la atención el caso de Kevin Spacey, actor ganador del oscar, cuya carrera terminó de manera abrupta debido a la acusación del actor Anthony Rapp, de haberse insinuado sexualmente cuando este era un menor, hace unos 30 años. Spacey mediante su twitter, expresó no recordar tal encuentro, pero que de haber sido real, ofrecía sus mayores disculpas, aprovechando también para darse a conocer como homosexual. Este momento es de las mujeres. Son ellas alzando por fin su voz frente a un asunto de gran importancia. Por esto mismo, cualquier discurso secundario en defensa de los hombres, no tiene cabida. Es poco probable que las disculpas de Spacey sean recibidas. Ya está expulsado.

Entonces, viviendo en un mundo donde existen "cagadas" que no tienen perdón ni de la madre de uno como la del episodio "Shut Up and Dance" de Black Mirror. Sería reconfortante creer en un ser que no importa que haya hecho uno, siempre y cuando esté en la disposición de cambiar, este lo perdone a uno. Un amor incondicional. Eso sí, el conflicto está cuando la misericordia no necesariamente significa aceptación. Es decir, primero que todo uno debe de tener un sistema de creencias propio (algo difícil según algunos académicos), y este debe congeniar con el de nuestro dios. Por ejemplo si nuestro dios nos perdona por algo que en primer lugar nosotros no consideramos que sea malo, aunque hay perdón, no hay aceptación.

(Como con otros textos escritos, me he quedado indagando en una parte y se me han olvidado las otras. Es mejor comenzar con un bosquejo de todas las partes. Hay cuestiones en las que me hubiese gustado profundizar, pero por cuestiones de tiempo no se pudo. Como por ejemplo, debido a lo expuesto anteriormente, me atrevería a decir que el matrimonio no es tanto un ritual religioso o civil, sino un ritual psicológico.)

Lo importante aquí son nuestros propios valores. Solo deberías sentir vergüenza de lo que tú mismo creas incorrecto. Veo a demasiada gente que siente vergüenza por expresar lo que piensan, por mostrarse como son, por ser ellos mismos. Y no lo niego, yo también he sentido vergüenza, pero solo cuando sé que lo que estoy haciendo no es lo mejor, no se debería hacer, o no es algo que represente mis creencias.

"Padre, me he equivocado".

viernes, 4 de mayo de 2018

Cantar

Esta entrada estaba en borrador hace más de un mes, porque solo había podido escribir una línea:
El verdadero canto es algo así como una destilación de llantos, risas, gritos y gemidos.

De igual manera, no me extenderé mucho esta vez.

Solo una aclaración, hay una diferencia entre cantante e interprete, o lo mismo cantar e interpretar. Aunque el significado de cantar no está limitado solo a eso, cantar puede ser simplemente solfear, es decir pronunciar una letra con cierta melodía y ritmo, es decir solamente el nivel técnico. Claro, de forma inherente la música tiene un valor emocionalmente significativo que es principal en este arte, por lo que aunque una persona no le ponga "sentimiento" a un tema, siempre y cuando este afinada y a tiempo, igualmente la música "nos llegará", pero solo la música y no la persona. Si declaramos al arte como la expresión humana por excelencia, una maquina no debería ser capaz de hacer arte, sin embargo hay programas llamados vocaloid, en los que se mete una letra, unas notas, unos tiempos y el programa cantará la canción por ti. Aquí efectivamente hay canto, pero no interpretación, no hay un humano. Sinceramente casi siempre en los programas de concursos de cantos, escucho a muy buenos cantantes, más no tan buenos interpretes, y conozco personas que no tienen exactamente la mejor voz del mundo, pero me hacen sentir más cosas que muchos otros "cantantes".

Un interprete no solo tiene la tarea de cantar correctamente, si no, de exponerse a sí mismo mediante su canto. De manera que para mí, en un buen cover, aunque la canción como tal pertenezca a otro artista, quien la canta también se muestra a sí mismo y no trata de imitar al otro artista sino que busca la manera de diferenciarse de este, contribuyendo una parte de sí en la canción. La música y en especial el canto me permiten expresar mi ser interior, y por lo tanto tener una voz en la que se reconozca mi condición humana, que por mi condición neurológica muchas veces se me es subestimada. Solo cuando puedo cantar siento que de verdad soy yo.

martes, 1 de mayo de 2018

Asperger (Ceguera Mental)

La mayoría de personas nacen con "un chip de imitación", que les permite naturalmente integrarse a la sociedad, las personas con asperger no. El siguiente texto son solo un par de consideraciones al respecto, desde la perspectiva de un "aspie", ya que es un tema que da demasiado para escribir.

Explicar qué es el Asperger, es una tarea difícil, primero porque no creo que nadie aún sepa exactamente qué es lo que es (puede que no sea del todo real), y porque al estar asociado con el autismo hay muchas ideas erróneas alrededor de este. La verdad no creo mucho en los que los "expertos" dicen sobre el asperger, la poca información relevante que he encontrado sobre esto, ha sido de parte de la misma comunidad "aspie".

La mayoría de personas, si no todas, piensan que ser atípico significa necesariamente tener algún tipo de retraso, es decir estupidez, es decir incapacidad, es decir inferioridad. De tal manera que un atípico no podría realmente entender la realidad mejor de lo "yo, un normal," haría. Su percepción del mundo es esencialmente errónea, y probablemente hasta absurda.

Es, de hecho, bastante común que personas diagnosticadas con este síndrome, no sean tomadas enserio por sus allegados. Porque claro, una vez ellos han aceptado a esta persona en su círculo social, la han aceptado también como su semejante, por lo que esta persona no podría tener tal cosa como un síndrome de asperger. Es más fácil que un desconocido identifique a un aspie a que lo haga un allegado. Irónicamente, todos sus conocidos estarán de acuerdo en catalogar a esta persona como rara, pero de ahí a padecer de un síndrome, NO, solo son excusas para su comportamiento.

Este vídeo explica el significado que la comunidad científica ha dado al asperger. En resumen dice que NO es una discapacidad para el aprendizaje, y que tiene características de:
- Espectro Autista (Descrito como autismo de alto funcionamiento)
- Dificultades para la comunicación no verbal.
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad
- Ansiedad/Depresión
- Síndrome del sabio (No en todos los casos)

Creo que la clave para entender el asperger está en la empatía cognitiva. Una de las malas concepciones sobre el asperger, es que no tienen empatía, en esta conferencia se explica que existen dos tipos de empatía: empatía afectiva y empatía cognitiva, la primera permite identificar emociones en los demás, la segunda permite entender el porqué de estas emociones. Una persona con asperger TIENE empatía afectiva pero no cognitiva, de no tener empatía afectiva sería un psicópata. Aún así, por la falta de empatía cognitiva se crean señales erróneas que las personas neuro-típicas relacionan con la psicosis, por lo que es bastante común que a jóvenes con asperger se le coloquen sobrenombres tales como "el asesino serial" o "el futuro asesino serial", de esta manera se aumenta aun más su alienación.

La ignorancia es una dicha, dice Antoine de Saint-Exupéry “El pato es feliz en su sucio charco porque no conoce el mar.” Una noche me encontré a mi mismo rodeado de extraños, que sonreían los unos a los otros y a veces también a mí, estaba feliz, pero era extraño, bizarro (en el sentido inglés de la palabra), me sentía fuera de lugar. Por naturaleza tenemos miedo a lo desconocido, a lo extraño. Por más normal que quiera aparentar ser, es como si tratara de imitar a la perfección el acento de un idioma ajeno, puedo tener una buena pronunciación, puedo engañar a aquellos que no sean conocedores del idioma, pero un nativo siempre notará la diferencia, a veces puede que no sea al instante, pero tarde o temprano se nota. El instinto juega en mi contra.

No estoy seguro de si hubiera sido mejor no saber sobre mí. Por una parte el diagnóstico ayudó a dar una explicación a gran parte de mi vida, pasada y presente, quitándome un peso de encima, pero también aumentó mi sentimiento de alienación, sabiendo ahora que por más que me adapte (es decir encajar en un sistema no hecho para mí) nunca seré como el resto. Además, tengo sentimientos encontrados con los otros "como yo". Porque aunque hay algunos con los que me identifico, muchos de estos viven en una actitud de negación al mundo, igual que yo hace algunos años, porque es más fácil. Pero ahora que ya conozco afuera, no puedo volver adentro.

lunes, 23 de abril de 2018

Suicidio

Algunos filósofos consideran que un acto desinteresado realmente no existe. De alguna u otra forma las personas siempre buscan algún beneficio directo o indirecto en sus acciones, así sea simplemente el hecho de aumentar su propio autoestima/ego al ayudar a otro. Ante esto, yo quiero traer a consideración la siguiente situación: Un ateo quiere morir, padece de una pena insoportable y sin señal alguna de una luz al final del túnel, pero no lo hace por no querer herir a sus seres queridos. Si es ateo, esto significa que no espera alguna forma de vida más allá de la muerte. Pareciera que la mayoría de ateos abordaran este tema de una manera demasiado despreocupada y poco reflexiva, de por sí buena parte de estos ateos siguen una corriente nihilista, ya sea por convicción o para aparentar dureza de carácter. Pero hay que tener en cuenta lo que implica el hecho de morir para un ateo.

Hay varias preguntas filosóficas que se han venido preguntando desde hace mucho, una de ellas es ¿Quien soy? Está de moda hoy en día decir que las verdades absolutas no existen, después de largas discusiones con maestros y amigos, he llegado a la conclusión de que esto es de cierta manera falso, y que en realidad la naturaleza de las verdades sería similar a la de la gráfica de una asíntota. Existe un límite al que por más que uno se extienda, jamás alcanzará, pero que allí está, de la misma manera en nuestro ser humano jamás conoceremos la verdad perfecta, pero ello no significa que esta no exista.

Ante la pregunta ¿Quien soy? existen muchas respuestas, la opinión popular dirá que todas son válidas, hasta las más absurdas. Si hipotéticamente hubiese una respuesta definitiva a esta pregunta, y alguien o varios supieran cuál es, igual esta nunca sería del todo aceptada, y la pregunta continuaría "sin tener una respuesta". Yo en lo personal ya dejé de preguntarme esa pregunta hace mucho, porque estoy convencido de que la respuesta es nuestra memoria. Y "coincidentemente" es a esta conclusión la que muchos escritores han llegado. Un ejemplo sería en el capítulo "White Bear" de la famosa serie Black Mirror, en donde a una criminal se le son borradas sus memorias todos los días para así convertirla en una atracción y a la vez tortura. Pero si está persona no tiene recuerdo alguna de haber cometido tales delitos, ¿no sería por lo tanto inocente?

Entonces, si nosotros somos nuestros propios recuerdos, y después de la muerte no existe nada, es decir que no tendremos conciencia alguna de nuestro pasado, es como si nunca hubiese ocurrido. Al morir no solo dejará de existir nuestro futuro, si no también nuestro pasado. Como si jamás hubiéramos nacidos en primer lugar. No tendremos ni siquiera el remordimiento de habernos matado. Dejaremos de existir. No sentiremos absolutamente nada. nada. NADA.

Una vez leí por allí, la historia de un sujeto que se suicidó alegando que la vida no tenía sentido alguno, pero antes de hacerlo escribió un ensayo de más de mil páginas explicando, mientras hacía un repaso de la historia de la filosofía, el por qué nada tenía sentido. ¿Porqué? Si realmente nada tenía sentido, ¿para que molestarse en escribir un libro de más de mil páginas? Realmente me parece de lo más absurdo que he leído jamás.

Volviendo al tema inicial, ¿hay algún interés propio por el cual el ateo no se suicida? teniendo en cuenta que está decido a morir. Un beneficio directo no podría ser, ya que va a suprimir su existencia, por lo tanto no habría algún beneficio imaginable que pudiera obtener. Y si entonces, la causa está en no tener que sentir el remordimiento de herir a alguien, esto tampoco aplica, ya que no será capaz de sentir nada, ni recordar. Pero aún así sigue sin ser capaz de provocar tal desgracia para sus allegados. ¿Podría ser esta paradoja la respuesta a este debate filosófico?

domingo, 4 de marzo de 2018

No hacer la tarea

Estanislao Zuleta en su ensayo "Sobre la lectura" (1982), explica como el tiempo de lectura no se relaciona con el tiempo real: "Platón en el Teeteto incluye en el concepto de “Esclavos” a los reyes, los jueces y en general a todos los que no pueden respetar el tiempo propio que requiere el desarrollo del pensamiento porque están obligados a decidir o concluir en un plazo determinado y ese plazo prefijado los excluye de la relación con la verdad, la cual tiene sus propios ciclos, sus caminos y sus rodeos, sus ritmos y sus tiempos que ninguna instancia y ningún poder pueden determinar de antemano."

¿Cómo es posible entonces, pretender que cada alumno aprehenda al mismo tiempo? Está debería ser una de las principales preocupaciones de la pedagogía. Por ejemplo, cuando estuve estudiando en la Universidad de Antioquia tuve que salirme porque me habían prohibido el francés, solos dos estudiantes que habían aprehendido previamente el idioma tenían buenas calificaciones, el resto estaba rajado y yo ni siquiera era el peor. La gente puede hablar mucho de la UdeA, pero al menos en la facultad de lenguas, en el programa de licenciatura Inglés y Francés (que poco tiene de licenciatura), los profesores que me habían tocado, tenían una pésima pedagogía. La única manera de que hubiese salido adelante hubiese sido trasnochandome aprehendiendo lo que los profesores no enseñaban, para después olvidarlo todo como pasa con quien no duerme bien. De la misma manera, el saber se nos prohíbe desde temprana edad, como ejemplifica Zuleta con el Don Quijote de la mancha:

"La más notable obra de nuestra literatura –porque en toda nuestra literatura no hay nada comparable– en el bachillerato nos la prohíben, es decir, nos la recomiendan; es lo mismo que prohibir, porque recomendar a uno como un deber lo que es una carcajada contra la adaptación, es lo mismo que prohibírselo. Después de eso uno no se atreve ni a leerlo, le cuentan que el gerundio está muy bien usado, le hablan de sintaxis, de gramática, del arte de los que saben cómo se debería escribir pero que escriben muy mal: una cosa que a Cervantes no le interesaba, pues lo que hacía era escribir soberanamente, con las más ocultas fibras de su ser."

Una profesora me contó como uno de sus estudiantes al final de un semestre había "estudiado" tanto, que al final no aprehendió nada. Ante esto propongo una analogía entre el aprendizaje y la nutrición, primero que todo hay que ser selectivo con lo que consumimos, algunos alimentos nos pueden hacer daño, pero aún disponiendo de los mejores alimentos, atragantarnos de mucho en muy poco tiempo nos induce al vomito. La escuela y mucho más la universidad, son una orgía de conocimientos en la que mucho se come pero muy poco o nada se digiere.

De adolescente odié la escuela. He pasado por tres universidades, pero la única institución a la que he tenido sentido de pertenencia fue Bellas Artes de Sucre (en la que solo estuve un semestre), y eso por que muy poco tenía de institución, en eso entonces quedaba en una casona vieja con ningún apoyo de la alcaldía. La institución como tal, eran los maestros, estudiantes y personajes que la habitaban (un amigo huérfano hasta vivió allí un tiempo). Mis compañeros y yo eramos hambrientos de saber, de modo que, cuando nos cancelaban una clase, porque el profesor no pudo venir o algo, ¡nos enfadábamos!, cosa que casi nunca pasa en una escuela o universidad en la que perder clases (¡que estamos pagando!) es una bendición de Dios.

Pienso que al menos en la universidad, no es un asunto de falta de interés, ya que se supone que los estudiantes eligieron su carrera porque tenían el interés o incluso pasión por ella. Sino que prevalece un protocolo por encima del interés del estudiante y del aprendizaje mismo. Los estudiantes por cumplir este protocolo, poco tiempo les queda para pensar. En una conferencia sobre prácticas pedagógicas, decían que, después de varios años "estudiando pedagogía", los nuevos maestros eran tan solo una continuación de los maestros que ellos tuvieron. Argumentaban que por más que un licenciado estudiara la teoría, el verdadero aprendizaje comenzaba en la labor, por lo que propusieron aumentar el número de prácticas en la carrera, lo que está muy bien. Pero están olvidan un problema, y es que al parecer toda la teoría a la que se le dedica horas y horas de trabajo, es olvidada. Aumentando el número de prácticas formaremos mejores maestros en el aula, pero no mejores pensadores de la educación.

No hice la tarea, porque tardó medio día o más en escribir una página, porque no soy capaz de mentir, porque no tengo esa habilidad, extraordinaria a mis ojos, llamada "carreta", la cual envidio a los que la tienen y aun más a los que no se dan cuenta que la llevan. Aún así, me las puedo arreglar para cumplir con mis responsabilidades, siempre y cuando mi mente me lo permita, porque qué tortura debe ser tener que leer ensayos largos, incomprensibles y llenos de "carreta", cuando en primer lugar la mente no te da lugar ni para dormir tranquilamente.

domingo, 18 de febrero de 2018

Presentación de trabajos de grado.

Este lunes 12 de febrero se presentaron cuatro proyectos de grado en auditorio Pío XII de la UPB. Estos fueron presentados por estudiantes de la licenciatura en inglés-español. Más allá de los proyectos como tal, que aún estaban en progreso, en general, se notó cierto nervio en las presentaciones, a excepción de dos compañeras que se mostraron bastante seguras. Viendo las reacciones de los profesores en los primeros asientos, pude notar gestos de aprobación o desaprobación. Este evento fue discutido después en la clase de Instancia de Investigación, y una de las cosas que yo pensaba obvia, pero que otros compañeros no notaron, fue que en la última presentación, aunque muy buena, no desarrolló el tema que había propuesto al principio, a diferencia de mis compañeros la profesora si notó esto, pero para mi sorpresa tampoco le fue tan obvio. Si se me es permitido decir, a mi en lo particular no me llamó la atención ninguno de los proyectos, o al menos no vi que sus resultados pudiesen tener una repercusión significante en mi práctica docente. No digo que los temas desarrollados no tuviesen importancia, porque sí la tienen, sino que la forma en que fueron desarrollados no me parece que hallan aportado mucho a resolver el problema. Aún así ir a este evento me ayudo a calmar un poco mis propias preocupaciones al respecto del trabajo de grado, ya que no me pareció que estos proyectos fuesen demasiado complicados, aun así, en lo que yo mismo me posibilite, me gustaría desarrollar un proyecto que en mi opinión sea más significativo.